¿Cuántas veces no hemos escuchado las referencias bíblicas de que Dios nos moldea como un alfarero al barro? ¿Cuántas veces no le hemos dicho al Señor: 'Moldéame Señor?
Cuando vi esta foto en Internet, me gustó más que otras fotos de alfarería que encontré. Tal vez porque siento que realmente capta lo que es un alfarero moldeando un poco de barro para convertirlo en algo útil. A veces nos ilusionamos pensando en esos tiestos perfectos y sin fallas que pueden producir estos esforzados hombres, cuando nosotros, tal como somos, somos más bien un cacharro imperfecto que perfecto y sin fallas. Somos toscos, duros, nos quebrajamos con facilidad, a veces queriendo cocernos antes de tiempo, nuestra masa secándose antes de tiempo, o queriendo escapar del fuego que sabemos debemos pasar para lograr el resultado final.
Pero no podemos evitarlo. Tarde o temprano vendrá el fuego.
¿Desánimado de leer esto? No lo estés. Sólo piensa que el alfarero que empezó el cacharro de tu vida, el que te amó desde el principio, el que te ideó y que quiere darte forma, tiene un plan perfecto para ti. Y que detrás de ese fuego, está Su amor y Su mano paciente esperando que pases ese fuego, no para abandonarte, si no para esperarte con los brazos abiertos para darte los toques finales.
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